domingo, 27 de julio de 2008

¿ Anarquista o Burguès?

A continuación, un documento escrito por mi padre a peticion de mi hermano.Aqui es cuando la familia Cortés se presta a hacer historia :P, asi de simpática es la cosa



Que extraña nomenclatura, pero tal vez sea más probable que ir de Anarquista a Burgués ¿o no?

Hoy cuando la consecuencia está cada vez más en extinción y el relativismo se va apoderando de todo el quehacer de la sociedad, no debería extrañarnos ni lo uno ni lo otro.

Me pidieron escribir una opinión en relación al anarquismo, pero yo me pregunto ¿cuál anarquismo? , la respuesta es que relativamente cualquiera sirve.

Frente a sistemas opresores y castradores de la creación, del arte, la filosofía y otras ciencias que se rinden ante la todoporesosa economía, me parece que es la educación el último baluarte de la consecuencia, de enseñar la consecuencia, de vivenciar la consecuencia, pero que al final del camino nos pone en la acera del pequeño burgués a protestar contra las incomodidades de los paros, las manifestaciones y otras expresiones libertarias propias de la sociedad, inherentes a la sociedad.

¿Un ejemplo?... ¿de qué?... ¿de anarquista?... ¿de consecuente?... ¿de inconsecuente? …solo un ejemplo de pasión y de vivir la vida sin estructuras, sin opresores y de entera y desenfrenada creación… Amedeo Modigliani ¿lo conocen? ¿Si? ¿No? , frente a esta duda planteada bien vale una breve reseña histórica (lo siento no puedo sustraerme al hecho de ser profesor)

Amedeo Modigliani nació en Livorno, Italia en 1884, mientras acá en Sudamérica Ingleses y Estadounidenses se repartían el salitre tras la Guerra del pacífico, Su familia, de origen judío y considerados como pequeños burgueses, vivió todos los sinsabores de una familia con padres no previsores y que además osaron permitir que su hijo mayor estudiara pintura a partir de los 14 años. A esa misma edad la tuberculosis tendría a Amadeo mirando cara a cara a la Gorgona.

Amedeo creció en un ambiente donde la filosofía, la literatura y la política eran los temas de discusión diaria y también los medios de subsistencia. Su tía Laura le dio a conocer la obra del anarquista Kropotkin.
Su hermano mayor, Emmanuele, un abogado y militante socialista, fue encarcelado por motivos políticos. Los Modigliani siempre sufrieron persecuciones: los abuelos por judíos, los padres por deudas, los hijos por socialistas. Amedeo, más tarde, porque sí.

En medio de este ambiente agitado por las circunstancias y por la riqueza de intereses de casi todos los miembros de la familia, Amedeo definió sus objetivos y sus enemigos ideológicos -los burgueses- desde muy joven. Quería ser
artista.


En 1898 le escribía a su amigo, el
pintor Oscar Ghiglia: "Quisiera que mi vida sea un torrente fértil que recorra la tierra con alegría. Soy rico, estoy lleno de ideas, y sólo necesito trabajar. [...] Un burgués me dijo, hoy -con la intención de insultarme- que mi cerebro estaba siendo desperdiciado. Me hizo mucho bien. Todos deberíamos recibir un recordatorio como ese cada día."


Su recorrida por Florencia, Roma, y una estadía relativamente prolongada en Venecia -donde se inició en el consumo de haschish y prácticas de ocultismo en salidas festivas con muchachas protegidas por un cierto Barón Croccolo- lo convencieron de que los burgueses dominaban la cultura italiana. Había que irse al centro del mundo: París.


A los veintidós años de edad, Amedeo llegó a París en 1906, Tal vez por el ambiente antisemita de aquel París, Modigliani desarrolló una actitud agresiva cada vez que se insinuaba una crítica a algún judío. Muchas de sus peleas en los cafés -y pese a su corta estatura, fue temido protagonista de famosas trifulcas- tuvieron origen en la defensa de su origen judío.


Llegó a París con algo de
dinero, que gastó en muy poco tiempo. Poco previsor, se instaló en un hotel bastante caro, y comenzó a frecuentar los cafés, donde rápidamente se hizo conocer entre los artistas. En esos años, Montmartre comenzaba a resultar caro, debido en parte a la fascinación que su leyenda ejercía entre los adinerados turistas americanos, pero aún albergaba a la principal comunidad artística parisina. Cuando se le terminó el dinero, Amedeo alquiló un estudio destartalado en la zona baja de la colina, y se dedicó a la escultura y al estudio de pintura y dibujo en la academia Colarossi, un instituto muy famoso al que concurrían centenares de estudiantes.

La vida de Modigliani es intensa, Amedeo no respeta a nada ni a nadie…ni su salud cada vez más quebrantada por los excesos parece preocuparle.

Amadeo compartió con otros famosos y famosillos: Picasso, Utrillo, Sutiene, Ortiz de Zàrate (pintor chileno), Vicente Huidobro, pero, jamás suscribió a una escuela o a un estilo, ni siquiera fue un Maestro, porque no dejó discípulos, no le interesaban los discípulos.

Finalmente y para hacer esto mas extraño aún, Amedeo Modigliani murió en un hospital de Paris el 24 de enero de 1920, a los 36 años de edad, la tuberculosis le pasó la cuenta. Su mujer Jeanne Hébuterne embarazada de 9 meses, con el segundo hijo de Modigliani en su vientre, pidió perdón a su hija de meses Jeanne Modigliani, se sentó en el borde de la ventana y se dejó caer a los brazos de la muerte solo horas después de la partida de su querido Amedeo.

Para mí, así vive y así muere un anarquista.

Les dejo la invitación a leer, a investigar, no porque uno se sienta anarquista va a dejar que el desorden y la desidia nos ganen.

Profesor Ramón Cortés P.

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